Como titularían en Youtube: entro en una tienda y pasa esto…

Compras matinales. Decidí hacer algo emocionante, así que improvisé la adquisición de unas bolsas para el aspirador; la cosa no podía demorarse más de un puñado de minutos y estaba cerca de la tienda. Miele Gallery se llama, es decir, un lugar que, como en su web indican con gracia publicitaria, “acoge una elegante exposición de prácticamente la totalidad de nuestros electrodomésticos”. El mío ya no lo fabrican, pero como era el único de esos que llaman aspirador-escoba que había en su línea no había pérdida, y mientras se lo estaba explicando a una de las tres señoritas ella me interrumpió preguntando cuál era el modelo, con esa dejadez impersonal, burocrática: no es nada personal, pero no me expliques tu vida. Como no tenía ese dato lo único que pude hacer es proseguir con mi descripción del aparato, y cuando pude acabar confirmé por su expresión desangelada que no sabía de qué le estaba hablando, y empecé a tener la desagradable sensación de que saldría de allí sin las bolsas. Sigue leyendo